Mercedes, una mujer centenaria, demostró que nunca es tarde para perseguir tus sueños. Tras el fallecimiento de su esposo, se sintió desalentada, pero todo cambió al llegar a un hogar para ancianos.
Encuentros que marcaron la diferencia

Dos personas maravillosas, Elizabeth y la directora del hogar, le dieron aliento y le mostraron que aún podía lograr sus metas. Gracias a su apoyo, Mercedes logró terminar la secundaria y no tiene intención de detenerse ahí.
Con el corazón lleno de gratitud, Mercedes desea convertirse en asistente gerontológica para acompañar a sus amigas. Tras dedicar 30 años a cuidar a su esposo, está lista para una nueva etapa, y esta vez, ¡con mucho más por dar!
Para Mercedes, los años no pesan cuando se mantiene en movimiento y se disfruta cada momento. Pasear por Escobar y recordar su infancia en Venado Tuerto le brindan una alegría inigualable.

El poder de la comunidad
La ayuda y el cariño que ha recibido de todo el personal del hogar han sido fundamentales para su transformación. Con valentía, Mercedes afirma que seguirá adelante, ayudando a otras abuelas con diploma y dedicación.
Una historia que inspira y emociona, demostrando que el espíritu humano puede superar cualquier obstáculo. ¡Nunca es tarde para perseguir tus sueños y hacer una diferencia en la vida de los demás!