El cambio climático continúa marcando hitos alarmantes. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la primera semana de julio de 2023 ha sido la más calurosa desde que se tienen registros. Este fenómeno global, que se agrava con cada año que pasa, está causando estragos en todo el mundo.
El martes 3 de julio, el termómetro marcó una media de 16,8º C, superando el récord anterior de 16º C de agosto de 2016. Este récord fue superado nuevamente el jueves 6 de julio, con una temperatura media de 17º C.
Además, el mes de junio ya había sido catalogado como el más caluroso desde que se tienen registros oficiales. Este aumento en las temperaturas está teniendo efectos devastadores en los ecosistemas y el medio ambiente.
Un estudio publicado en Nature Medicine reveló que más de 61.000 personas murieron por el calor en Europa durante el verano de 2022. Si esta situación no cambia, se estima que en 2040 podrían producirse más de 94.000 muertes debido a las olas de calor.
En China, las autoridades han pedido a los trabajadores que limiten los trabajos al aire libre debido a las temperaturas abrasadoras. Además, se ha alertado a la población en el este y sudoeste del país para que se preparen para lluvias torrenciales.